Entre los tópicos o creencias persistentes está el de que ¡el vómito en los gatos se considera normal! “Un gato vomita”, pues no, no tan seguido, ¡es incluso anecdótico! Un breve repaso de las causas más comunes de vómitos en gatos, desde las más benignas hasta las más graves, con algunos consejos de prevención.
Causas benignas de vómitos en gatos
bolas de pelo
Los gatos de pelo corto, así como los de longitud media o larga, deben cepillarse o peinarse periódicamente para eliminar mecánicamente el pelo muerto. Cuanto menos pelo muerto haya, menos ingerirá tu gato durante el aseo diario. Es al ingerir el exceso de pelo que se almacena en el estómago y acaba molestando a tu gato. O los pelos logran deslizarse hacia el colon y ser evacuados con las heces, o se estancan y al cabo de un tiempo acaban volviendo a subir a través del vómito. Naturalmente, es preferible la evacuación por medios naturales. El pelaje erizado irrita a tu gato. A menudo comienza con vómitos de bilis varias veces. Entonces, de vez en cuando notas que la comida digerida tiene caspa, lo que no es agradable ni para tu gato ni para ti.
Finalmente, en el peor de los casos, las bolas de pelo, llamadas tricobezoares, provocan una oclusión porque no pueden ser evacuadas ni por arriba ni por abajo. Por tanto, la cirugía podría ser la solución definitiva para aliviarlo.
Los gatos comen demasiado rápido
Algunos gatos no se regulan a la hora de comer. Se arrojan al cuenco de croquetas o puré y comen demasiado rápido. Son excelentes candidatos para la regurgitación inmediata o incluso el vómito unas horas después de la ingestión.
Ingestión de plantas
Un gran clásico: ¡el gato herbívoro! Tenemos el gato que las devora, ese que de vez en cuando mordisquea o lame alguna hoja. Una gran cantidad de plantas son tóxicas para los gatos y la mayoría solo causa un malestar digestivo leve.
Muchos gatos pueden tener diarrea, como vómitos, después de ingerir plantas. Algunos vómitos se vuelven crónicos y acaban irritando a tu pequeño compañero. Si esto es demasiado frecuente, tendrás que hacer que las plantas responsables sean inaccesibles para el gato o eliminarlas.
¿Qué precauciones debes tomar?
Cuencos adecuados
Para los gatos que son un poco golosos, existen cuencos/cuencos para gatos anti-golosos, también llamados cuencos interactivos o juegos de croquetas, para evitar que coman demasiado rápido y luego vomiten. La idea es no tener acceso de autoservicio a una cantidad excesiva de croquetas a la vez. Las croquetas se ganan, no son tan fáciles de acceder, lo que obliga a los gatos a comer despacio, ¡por su propio bien! Estos cuencos también tienen la ventaja de ocupar a los gatos domésticos que pueden aburrirse y comer por falta de ocupación y estimulación.
También hay máquinas expendedoras de croquetas. Diferentes modelos: programables que distribuyen la cantidad deseada a frecuencias programadas.
O aquellos que se abren y dan acceso a la croqueta leyendo el chip electrónico del gato cuando se acerca. Este segundo tipo de modelo es especialmente adecuado cuando hay varios gatos en la casa.
Evitar la aparición de tricobezoares
Como se ha comentado anteriormente, es recomendable evacuar el pelo ingerido por el gato por canales naturales. El exceso de pelo debe encontrarse en las heces de tu gato.
¡La prevención es clave! En general, cepilla o peina a tu gato con regularidad para eliminar el pelo muerto. Este acto mecánico ya le resultará beneficioso, impidiéndole ingerir demasiado durante sus numerosos cuidados diarios.
Luego están los lubricantes a base de malta y se recetan para el tratamiento. ¡Estos productos son complementos alimenticios aromatizados para que los consuma tu peludo amante de la comida! Estos lubricantes (Catmalt, Savorial) ayudan a que el cabello se deslice hacia el colon para que luego pueda ser evacuado con las heces.
Por último, también están a la venta las croquetas especiales «bolas de pelo», que contienen psyllium que favorece el buen tránsito del cabello. Para obtener consejo, no dude en hablar con su veterinario.
Causas más graves de vómitos en gatos
Enfermedad Inflamatoria Intestinal Crónica (EII)
Un gato que vomita también puede verse afectado por la EII, cuyo origen es multifactorial. Los signos y su intensidad varían mucho de un animal a otro. En la mayoría de los casos los trastornos digestivos son diarrea o vómitos que pueden ir acompañados de pérdida de peso. No es una enfermedad curable, por lo que en el mejor de los casos los tratamientos tendrán como objetivo reducir los síntomas para mejorar el confort de vida del animal.
Linfoma digestivo o gastrointestinal
Tener un gato que vomita con frecuencia o cada vez más también puede verse afectado por un linfoma (de alto o bajo grado). Los síntomas son los siguientes: pérdida de apetito, pérdida de peso, problemas digestivos (diarrea y/o vómitos). No siempre es fácil de diagnosticar inmediatamente porque los síntomas también pueden referirse a otras patologías como pancreatitis, hipertiroidismo, insuficiencia renal, intolerancias alimentarias, parasitismo.
Sólo pruebas adicionales (análisis de sangre, imágenes, biopsia) pueden confirmar este diagnóstico.
Ingestión de un cuerpo extraño.
Los dueños de gatos piensan poco en ello, porque es más conocido en los perros, pero la ingestión de un cuerpo extraño, es decir, algo no comestible, que no se puede digerir y crea una obstrucción, también provoca vómitos. Otros síntomas conocidos son depresión, pérdida de apetito, diarrea.
Nuestros pequeños felinos aprecian especialmente los llamados cuerpos extraños «lineales», por eso prefieren hilos, cintas, guirnaldas e incluso gomas para el pelo. Estos peligros deben estar fuera del alcance de tu gato.
Fue mientras jugaba con él que terminó ingiriéndolo accidentalmente. Obviamente a algunos gatos les gusta ingerir otros objetos, pero esto es bastante anecdótico. Una vez establecido el diagnóstico, se requerirá tratamiento de emergencia, que conducirá a la cirugía.
Ingestión de plantas tóxicas.
A muchos gatos les encanta ingerir plantas, tanto porque algunas son fragantes y atractivas, como porque se aburren en un ambiente cerrado (piso con poca estimulación). Muchos de ellos son irritantes y provocan al menos trastornos digestivos como diarrea o vómitos.
En los peores casos las consecuencias son neurológicas, cardíacas y pueden llegar a provocar la muerte del animal. Si tienes plantas (de interior o de exterior), comprueba atentamente su grado de peligrosidad.
Ingestión de alimentos peligrosos.
Conviene prohibir una serie de alimentos para garantizar la salud de su gato. Asegúrate de no ingerir nunca, entre otros, los siguientes alimentos que provocan el vómito: cebolla, ajo, frutas con semillas o de hueso, té, café, frutos secos, chocolate negro, aguacate, leche, patatas.
¿Cuándo preocuparse y consultar?
Dependiendo de la edad del gato
Si tu gato es muy joven (gatito) o anciano, aumenta el riesgo de deshidratación, por lo que resulta peligroso para él. En estas edades de la vida de tu mascota es necesario el asesoramiento.
En caso de duda, no dudes en llamar a tu veterinario habitual o, en caso de urgencia, a un servicio de guardia. Los profesionales de la salud animal están ahí para asesorarte. Evidentemente, si tienes un gato que ya padece una enfermedad crónica, esto lo debilita aún más, por lo que es necesario un control veterinario.
Según la frecuencia de los vómitos.
Esto es de sentido común, ¡pero un gato que vomita una vez al mes y un gato que vomita cinco veces al día no son lo mismo! La frecuencia de los vómitos también determinará si es necesario concertar una cita con el veterinario rápidamente. Vomitar demasiado al día es claramente anormal. También vómitos con demasiada frecuencia durante la semana. Te volvemos a recordar, pero no es tan común que un gato vomite, siempre tiene una causa por determinar.
Dependiendo del estado general del animal.
Tenemos al gato que vomita y por lo demás se encuentra muy bien cuyo comportamiento y actividades diarias no han cambiado. Y tenemos al gato apático, que ya no tiene energía y ya no realiza sus actividades habituales. Si los vómitos acaban cansando demasiado a tu gato hasta el punto de reducir su estado general, ¡esto también es una gran alarma! ¡Necesitas consultar rápidamente!
Como habrás comprendido, los vómitos en gatos siempre tienen un motivo que hay que identificar rápidamente para no pasar por alto una causa grave.