Durante la noche notas que tu mascota tiene un ojo cerrado, medio cerrado, llora o ligeramente enrojecido. ¿Cuál es el desencadenante, es preocupante y cuándo se deben tomar medidas?
Causas externas:
Si tu mascota se marcha de casa las causas se multiplican. Según las hipótesis actuales:
peleas con un compañero que pasa o cerca (desacuerdo o guerra territorial), frotamiento accidental en una rama durante una caminata, finalmente el cuerpo extraño: sometido al depósito de polvo, un pelo, un pequeño insecto, una espiguilla.
Causas accidentales en ambientes cerrados:
frotarse un ojo durante el lavado diario,
el depósito de un pelo o de un pequeño insecto que pasa (frotamiento, picadura).
Causas médicas:
- afecciones corneales debido a alergias o deficiencias inmunes,
- causas bacterianas, virales o fúngicas,
- deficiencia de secreciones lagrimales,
- coriza, clamidia en gatos,
- moquillo en perros,
- malformación del párpado (entropión, ectropión entre otros),
- pestañas anormalmente orientadas (pestañas ectópicas),
- consecuencia de la diabetes o la presión arterial alta.
Problemas oculares en perros o gatos: las complicaciones más comunes
Ya sea una causa externa, la fragilidad del animal o las complicaciones de una enfermedad, muy a menudo tendremos casos de:
- conjuntivitis,
- queratitis,
- blefaritis,
- úlcera corneal,
- en algunos sujetos, glaucoma
Cuando notes este ojo anormalmente cerrado o rojo, simplemente aplica suero fisiológico en este ojo al menos 2 o 3 veces en medio día.
Nuestros veterinarios pueden aconsejarle a distancia si tiene dificultades para ponerse las gotas en el ojo afectado.
¡Atención! Nunca te automediques Si utiliza colirios viejos recetados hace algún tiempo por su veterinario o colirios de su propia farmacia, corre el riesgo de empeorar significativamente la situación.
Si tras la administración del suero fisiológico no se observa mejoría al cabo de medio día, no lo dude, acuda a consulta lo antes posible: preferiblemente el mismo día o como máximo al día siguiente.
Se tienen en cuenta los problemas oculares. EMERGENCIASno deben subestimarse. Cuanto antes atiendan a su mascota, le hagan un diagnóstico y comience el tratamiento, más complicaciones se evitarán con un tratamiento complejo y engorroso.
Dado que el tiempo de tramitación de este motivo de consulta es muy corto, de 24 a 48 horas como máximo, es posible que el veterinario tratante no esté disponible para recibirle. La visita veterinaria a domicilio es la alternativa más interesante para el cuidado de tu mascota
En muchos casos, la conjuntivitis no tratada a tiempo puede degenerar en una úlcera corneal.
¿Qué consecuencia? Una gran compulsión para el dueño de cuidar a su animal, pero sobre todo un dolor y una gran incomodidad para el amigo de cuatro patas.
Si su gato, por ejemplo, ha tenido coriza en el pasado, una recurrencia es común y muy a menudo resulta en conjuntivitis asociada. Asimismo, algunas razas de perros o gatos están predispuestas a sufrir complicaciones oculares como el persa o británico (de pelo corto o largo) en gatos, o el bulldog (inglés, francés), cocker spaniel, pekinés, shih tzu entre otras.
Finalmente, es posible que la afección ocular de tu mascota sea más compleja y requiera la asesoría de un especialista. Su veterinario tratante le derivará a un colega. oftalmólogo el cual contará con todo el equipamiento necesario para realizar las pruebas adicionales oportunas, realizar un diagnóstico definitivo y tratar a su mascota.
Un ojo cerrado, medio cerrado o enrojecido en tu mascota puede ser síntoma de una irritación o lesión ocular, y su causa a menudo se encuentra en factores externos. Si tu mascota sale regularmente, aumenta el riesgo de situaciones como peleas con otros animales, rasguños accidentales por ramas o arbustos, o incluso la presencia de cuerpos extraños como polvo, pelos, insectos o espiguillas. Estas condiciones pueden irritar el ojo y provocar molestias, lagrimeo o incluso infecciones si no se tratan a tiempo. Es importante revisar cuidadosamente el ojo afectado para identificar signos evidentes de daño o la presencia de un objeto extraño.
Conclusión
Ante cualquier signo de irritación o lesión ocular, es fundamental actuar con rapidez. Si el problema persiste o notas inflamación, secreción excesiva o sensibilidad al tacto, consulta a un veterinario de inmediato. El cuidado oportuno no solo aliviará el malestar de tu mascota, sino que también evitará complicaciones graves que puedan poner en riesgo su salud ocular. Un pequeño problema tratado a tiempo puede marcar la diferencia para el bienestar de tu fiel compañero.