Sabemos que a algunos perros les gusta masticar todo lo que encuentran. ¡Qué curiosa una rama encontrada en el jardín! ¡Lo mismo ocurre con las plantas! Muchas plantas son tóxicas para los perros. Es importante saber reconocerlos para prevenir y tratar intoxicaciones.
Plantas de exterior tóxicas para los perros y sus efectos
La acacia: Presente en jardines y bosques. Es una planta muy tóxica, incluso seca. Provoca hipersalivación, hipotermia, problemas digestivos y cardíacos.
El aro: Hay diferentes especies, todas son tóxicas. Desagradable al masticar, los casos de intoxicación son raros. Si su perro lo ingiere, le provocará problemas digestivos. En los casos más graves: hemorragias, trastornos sistémicos o incluso la muerte.
Azaleas y rododendros: el consumo de algunas partes (frutos, hojas y flores) provoca trastornos digestivos, respiratorios, nerviosos y cardiovasculares.
Begonia: Todas las variedades de begonias son tóxicas y provocan quemaduras en el sistema digestivo y la boca.
Brunfelsia: El consumo de sus raíces o corteza provoca temblores, fuerte diuresis (producción de orina), problemas cardíacos y en los casos más graves la muerte.
Boj: Es una planta de sabor amargo, lo que generalmente evita que los perros la consuman en cantidad suficiente como para sufrir una intoxicación peligrosa. Su consumo conduce rápidamente a trastornos digestivos. Pueden aparecer trastornos del sistema nervioso (convulsiones, parálisis).
Clemátide: Al igual que el boj, es una flor de sabor muy amargo. Su consumo provoca hipersalivación y trastornos digestivos.
El ciclamen: Provoca irritación de las mucosas, trastornos digestivos y nerviosos.
La dalia: si se ingiere a veces causa problemas digestivos leves. Lamentablemente, sus flores provocan irritación, picazón e inflamación de la piel.
Los gloriosos: Planta muy tóxica, provoca trastornos digestivos, neurológicos y sanguíneos, que pueden provocar la muerte del perro.
La hortensia: Todas las partes de la planta son tóxicas, especialmente las hojas y los brotes. Su consumo provoca trastornos digestivos y en caso de ingestión importante: trastornos cardíacos y nerviosos, depresión que puede llevar al coma.
El si: todo el árbol es venenoso. El más peligroso es el hueso del fruto. Si se ingiere el fruto se puede observar hipersalivación, sequedad de boca y problemas digestivos. Si se mastica el grano, se producirán problemas neurológicos que podrían provocar la muerte del perro.
Jazmín: provoca trastornos digestivos y, en los casos más graves, trastornos neuromusculares.
laurel cereza: las hojas, tallos y huesos del fruto son las partes tóxicas de la planta. Por suerte el perro se come la fruta. Estos son menos tóxicos cuando el árbol es viejo. Observaremos trastornos digestivos y, más excepcionalmente, trastornos del equilibrio y respiratorios.
Adelfa: Muy tóxica, todas las partes de la planta son venenosas, incluida el agua en la que se sumerge. En las dos primeras horas aparecerá sialorrea y trastornos digestivos (náuseas, dolor abdominal, vómitos, etc.). Dos o tres hojas de adelfa son fatales para un perro de 10 kg.
Ranúnculo (ranúnculo): su ingestión provoca trastornos digestivos.
Rueda: Planta muy tóxica, incluso en pequeñas dosis. Cuidado con la torta de ricino; es un fertilizante utilizado como fertilizante. Una vez esparcido en el suelo, es fácil que el perro lo consuma. La ricina (un compuesto tóxico del aceite de ricino) es muy peligrosa para el hígado y los riñones. El vómito aparece 24 horas después de la ingestión. A esto se suman diarreas con sangre, depresión y fiebre. Si el perro ingiere torta de ricino, el resultado es potencialmente fatal.
Plantas de interior tóxicas para los perros y sus efectos
El aglaonema: La savia contenida en la planta es muy tóxica, su consumo provoca problemas digestivos, cardíacos y respiratorios que pueden provocar asfixia.
Alocasia macrorrhiza (oreja de elefante): Planta muy irritante para la piel, provoca quemaduras, llagas en la boca y en ocasiones edemas, la mayoría de las veces no graves.
Áloe vera (áloe): Sabemos que tiene muchas virtudes. Lamentablemente son peligrosos si se ingieren. Esta planta provoca irritaciones, trastornos digestivos y neurológicos.
Crisantemo: Provoca trastornos digestivos o incluso nerviosos si se consume en grandes cantidades.
Frutas cítricas: En general, todos los árboles de cítricos son tóxicos para los perros. Son fotosensibilizantes y provocan irritaciones, en ocasiones quemaduras importantes y trastornos digestivos.
El crotono: muy tóxico, puede provocar quemaduras, trastornos digestivos, nerviosos y cardiovasculares.
Las cícadas: La cícada, que se encuentra comúnmente en nuestros interiores, tiene una toxicidad hepática significativa. Los trastornos digestivos y nerviosos aparecen entre 1 hora y 3 días después de la ingestión. Notaremos ictericia, la piel y mucosas se vuelven amarillas. Esta es evidencia de que el hígado está dañado. Pueden ocurrir trastornos hemorrágicos. Se observará sangrado. Si el daño hepático es importante, el perro puede morir.
Dieffenbachia: las hojas de la planta pican mucho. Pueden causar irritación y quemaduras. Esto sucede en caso de contacto o ingestión.
La dracaena: sus hojas son tóxicas si se ingieren, provocando hipersalivación, vómitos (a veces hemorrágicos) y estado depresivo.
Los ficus: Los primeros síntomas aparecen a las pocas horas. Se observa irritación de las mucosas, hipersalivación y trastornos digestivos.
El lirio: Toda la planta es tóxica, incluido el polen. Provoca problemas digestivos moderados.
El filodendro: Provoca irritación de las mucosas, a veces acompañada de hipersalivación y trastornos digestivos.
El manzano del amor: Toda la planta es tóxica, incluidos sus frutos. Su consumo provoca depresión, vómitos, en ocasiones con hipersalivación y diarrea. En casos de intoxicación grave, el perro puede presentar signos de mareos, parálisis de las extremidades traseras y convulsiones que pueden provocar la muerte.
La sansevieria: consumido en pequeñas cantidades provoca irritación y problemas digestivos. Se trata de trastornos nerviosos si la planta se consume en grandes cantidades.
La Schefflera: Moderadamente tóxico, provoca trastornos digestivos y, en ocasiones, alteraciones de la marcha.
Yucas: toda la planta es venenosa. Las raíces son las más peligrosas. Su ingestión provoca trastornos digestivos benignos. En casos más graves desencadena hipotermia y trastornos neurológicos.
¿Cómo puedo evitar que mi perro se acerque a las plantas?
dentro de la casa
- Hacer que las plantas sean inaccesibles. colócalos en alto
- Mueva las plantas en riesgo a una habitación sin acceso
- Rocíe un spray repelente (destinado a este fin) para disuadir a su perro de acercarse.
fuera de la casa
- Prohíbe a tu perro el acceso a las plantas entrenándolo desde pequeño
- Coloca una red alrededor de las plantas para evitar que accedan a ellas.
- Dedicarle una parte del jardín (ejemplo: una valla), sin plantas
- Bríndale juguetes para mantenerlo ocupado y distraído.
- Juega con él para distraerlo y hacer que se olvide de las plantas.
Mi perro ha sido envenenado por una planta, ¿qué debo hacer?
- Contactar con urgencias veterinarias lo más rápidamente posible, comunicando el nombre de la planta responsable de la intoxicación. Si no sabes el nombre, muéstrales, si no está disponible, una muestra o una foto.
- Mide la temperatura de tu perro, la temperatura normal es alrededor 38,5°Csi la temperatura es por encima de 39°C si tiene fiebre refrescarla con una ducha a temperatura ambiente (no utilice agua fría). Si su temperatura es por debajo de 38°Cmantenerlo abrigado mientras espera que llegue el veterinario o vaya a la clínica veterinaria
- No intentes hacerle vomitar (algunas plantas son muy irritantes, podrías empeorar la situación)
- No le des comida ni bebida sin consejo veterinario.
- No le des medicamentos (perros o humanos) sin consejo veterinario
- Mantenga a su perro en reposo, bajo observación e informe a su veterinario de su evolución.
En general, si tu perro consume alguna planta, pide cita directamente con tu veterinario. Si tu perro presenta síntomas, ¡no esperes!
Al mismo tiempo, puede comunicarse con un centro veterinario de control de intoxicaciones de forma gratuita para conocer los riesgos de toxicidad de la planta ingerida (si no figura en la lista anterior).