Todos los perros no saben nadar, pero aprenden rápido mientras sean entrenados, lo primero es familiarizar la mascota con el agua mojándole con la manguera en el jardín o salpicándole en la ducha, e incentivarlo a jugar cerca del agua.
También podemos colocarle un chaleco flotador para que flote y se sienta seguro dentro del agua.
No debemos obligarlo a ingresar a la piscina, debemos incentivarlo a acompañarnos, y cuando consigamos que se moje al menos las patas, apoya suavemente su barriga con las manos y muévale en círculos alrededor de ti, hasta que empiece a naturalmente remar solo.
Después todo es paciencia, ya que veremos que de apoco el perro se ira acostumbrando al agua y comenzara a nadar.