El Scottish Deerhound es conocido por su pasado en donde era un excelente cazador. Pero en la actualidad se ha convertido en un perro de compañía.
Es un perro dulce, fiel, discreto, muy tranquilo, tímido y sobre todo es obediente. Afectuoso, juguetón y cariñoso con sus dueños, además es muy delicado con los niños. El Deerhound se lleva bien con otros perros y con otras mascotas que vivan con el en su hogar.
De aspecto simétrico y de buenos huesos. El cuerpo es largo, tórax amplio y el pecho profundo. Las extremidades son musculosas, largas y fuertes. La cabeza es larga con sus orejas altas y los ojos oscuros. Su cola se encuentra ligeramente curvada y es larga.
El pelaje es áspero, irregular y grueso; suele ser gris azul, gris claro o gris oscuro.
Al ser un perro de gran tamaño necesita de mucho espacio. Puede adaptarse a vivir en un interior, pero lo recomendable es que tenga un jardín. Esta raza de perros no soporta el calor, lo más conveniente es que tenga un refugio en caso de altas temperaturas.