Los gatos siberianos podría decirse que son una raza nueva, pero tienen profundas raíces ancestrales en Rusia, este es considerado un “gato natural”, la cría y exportación a otros países, comenzó en la década de 1980.
El gato siberiano es de pelo largo, y un macho adulto puede llegar a pesar de 5 a 7 kilos mientras que los ejemplares hembras llegan a pesar unos 3 o 4 kilos.
Estos gatos son amables y se lleva muy bien con otros gatos y perros que tengamos de mascotas y sobre todo son amistosos con los niños pequeños de la casa, son muy inteligentes y son buenos solucionadores de problemas.
Estos son fuertes y ágiles, pudiendo saltar en muebles de altura y a través de largas distancias, algunos especialistas afirman que esta raza no produce la proteína que causa alergias en los gatos.
Como una de las primeras criadoras de esta raza en España, me tomo el atrevimiento de comentar algunas de sus observaciones:
La raza fue reconocida en 1992 por la WCF, posteriormente por otras Asociaciones. La cría y exportación legal no fue posible antes de la caída del muro de Berlin en noviembre de 1989, los primeros ejemplares salieron a Alemania y a EE UU. El gato pertenece a la categoría de pelo semilargo. Un macho adulto debería pesar de 8 a 10 kilos, la hembra entre 4 y 5 kilos. Nuestras estadísticas durante los últimos diez años confirman, que aproximadamente la mitad de los alérgicos pueden convivir sin problemas con esta raza, un 20% suele tener síntomas mas leves que con otras razas, pero para un 30% de los afectados, la convivencia con un gato, aunque sea un siberiano de pura raza, es imposible. Por ello, mucho cuidado a la hora de adquirir un cachorro, comprobar primero la tolerancia, y asegurarse el derecho a devolución durante al menos dos meses.