El gato mau egipcio es una raza de gran individualismo. Es bastante reservado con los extraños, pero con los dueños es muy cariñoso. Se adapta excelentemente a la vida interior, siempre y cuando pueda disponer de pequeñas escapadas al exterior para poder ejercitar su instinto cazador.
Es un gato de tamaño mediano, elegante y musculoso. Las patas traseras son finas y son más largas que las delanteras. La cabeza es triangular y los ojos almendrados y grandes, pueden ser de distintas tonalidades de verde claro.
El pelaje del gato mau egipcio es corto, sedoso y fino. Se pueden observar cuatro variedades de manto, siempre atigradas, en colores: plata con manchas grises, gris con manchas negras, amarillo con manchas grises o marrones y bronce con manchas marrones. Nunca debe faltar en la frente del mau la marca en forma de M.
En una raza de gatos que no precisa de una atención demasiado meticulosa, solo basta con bañarlo y cepillarlo esporádicamente.