Durante la noche notas que tu gato o perro cojea. ¿Cojeas o apenas apoyas la pata en el suelo, no sabes la causa y no sabes qué hacer? ¿Es necesaria una visita veterinaria?
las causas
- traumático: tras una caída, una mala recepción, un accidente en la vía pública. Incluso durante un juego o un altercado violento con un amigo,
- cuerpos extraños: espiguillas, astillas,
- Lesiones: corte, garra encarnada, uña invertida, mordeduras.
mecánicos: artrosis inicial o empeoramiento de la artrosis en sujetos de edad avanzada, sobrepeso, rotura del ligamento cruzado, luxación rotuliana, displasia de cadera,
neurológicos: hernia discal, embolia fibrocartilaginosa, etc.
Tumores: en particular osteosarcomas.
las consecuencias
- una lesión localizada: músculo, dislocación, esguince, hematoma, absceso,
- fractura,
- Evolución del dolor crónico ya establecido.
Como primera intención en casa
- una fase de observación que durará como máximo medio día, manteniendo al animal lo más descansado posible,
- aplicar frío en la zona (por ejemplo, un bloque de hielo rodeado por una toalla),
- pequeño masaje de la zona,
- Control preciso de todas las patas: las almohadillas y entre cada dedo.
- En cada etapa de estas pocas horas de observaciones, si tienes alguna duda o pregunta, no dudes en pedir consejo.
Segunda intención: control veterinario
Si se ha identificado la causa probable del dolor o simple molestia, y ésta dura más de medio día, está muy indicado un control veterinario, aunque parezca benigno. Es importante revisar y aliviar a tu mascota rápidamente y evitar su deterioro.
Si se produce parálisis, cojera severa, dolor agudo o deterioro de la herida, comuníquese con su veterinario de inmediato.
Si no ha identificado la causa y su mascota siente un dolor intenso, una visita al veterinario es más que necesaria para controlar el dolor.
Dependiendo de su capacidad para viajar, será preferible una visita veterinaria a domicilio para un examen y la implementación del tratamiento.
Dependiendo de las conclusiones de esta visita, o si el tratamiento implementado no soluciona nada, pruebas de imagen adicionales (rayos X) en la clínica será obligatorio para comprenderlo y tratarlo de manera efectiva.
En situaciones de fractura, es imprescindible seguir las indicaciones del veterinario y/o cirujano ortopédico responsable. En la mayoría de los casos, se ofrece un cambio de medicamentos (analgésicos y antiinflamatorios).
¡No se puede eludir el descanso obligatorio (jaula de convalecencia, salidas limitadas a las necesidades, prohibición de pasear al perro)! En el caso de problemas musculares, se anticipa un tratamiento breve y reposo.
En el caso de lesiones específicas, será necesario limpiar y desinfectar el área afectada pasados unos días. Generalmente, esto se acompañará de antibióticos.
para estas convalecencias: A cuello será fundamental, así como una protección de vendaje para perros que salen a hacer sus necesidades; el vendaje debe permanecer limpio e impermeable.
Como habrás notado, las cojeras son bastante comunes en nuestras mascotas. Salgamos o no nuestras cuatro patas al exterior, los accidentes en el hogar también son numerosos. Debido a causas traumáticas, mecánicas, musculares o por una lesión muy puntual, es esencial una atención veterinaria inmediata para proporcionar alivio a tu amigo de cuatro patas.
Cuando notas que tu perro o gato cojea, es importante observar cuidadosamente su comportamiento y el estado de la extremidad afectada para determinar la gravedad del problema. Las causas pueden variar ampliamente, desde un incidente traumático menor hasta condiciones más serias como problemas neurológicos o tumores. Examina la pata en busca de heridas visibles, espinas o cuerpos extraños, y presta atención a señales de inflamación o dolor intenso. Si tu mascota muestra dificultad para moverse, evita presionar o manipular la extremidad para no agravar la lesión. En casos menos severos, el reposo puede ser suficiente, pero si la cojera persiste, es esencial acudir al veterinario para un diagnóstico y tratamiento adecuado.
Conclusión:
La cojera en perros y gatos puede tener causas diversas, desde problemas leves hasta condiciones más graves que requieren intervención veterinaria. Reconocer los síntomas y actuar con rapidez es crucial para evitar complicaciones y garantizar el bienestar de tu mascota. Si la cojera es persistente, severa o está acompañada de dolor visible, consulta a un veterinario de inmediato para recibir el tratamiento más adecuado. Tu atención y rapidez pueden marcar la diferencia en la recuperación de tu compañero.