Mucha gente quiere darle una oportunidad a una mascota mayor, un perro, un gato o incluso un roedor. Estos animales tienen menos interés porque técnicamente vivirán menos años y, sobre todo, ya no tendrán ese aspecto de «bebé» tan apreciado por la mayoría de personas. Acoger a un animal anciano aporta mucho a la familia humana, ¡es una verdadera segunda oportunidad para ellos!
¿Cómo adquirir un animal senior? ¿A dónde ir?
Es posible, a través de las redes sociales, recolectar un animal de todas las edades, pero los sitios se especializan en donar animales adultos a personas mayores por diversos motivos. Es la red de particular a particular, al igual que los anuncios que se dejan en los veterinarios, en las tiendas de animales o en la red del barrio, de una ciudad, etc.
Refugios
Los refugios también son una forma muy conocida de adoptar un animal y hay una sección «senior» o «SOS» para guiar a los posibles adoptantes.
En la sección “SOS” hay animales que tienen menos probabilidades de ser adoptados, por su edad, problemas de salud o incluso comportamiento.
Asociaciones
Otra forma de dar una oportunidad a un animal: adoptar, por ejemplo, un perro o un gato, con un pasado, difícil o no, y que, por los caprichos de la vida, se encuentra en una edad madura buscando un nuevo hogar.
En las asociaciones, la mayoría de los animales se colocan en familias de acogida, es decir, individuos, mientras encuentran a su nueva familia. Para los adoptantes esto es más conveniente porque tienen más información sobre el carácter y la vida diaria con el animal.
Controles veterinarios más regulares
Convivir con una persona mayor también significa ser consciente de que los controles veterinarios serán más regulares para comprobar su buen estado de salud. El consejo siempre será de medicina preventiva y no sistemáticamente curativo. Evite consultar sólo cuando su mascota no se encuentre bien. A una determinada edad de la vida del animal, es recomendable realizar análisis de sangre de control, por ejemplo para controlar un órgano que puede ser más frágil, o incluso implementar un tratamiento de apoyo para un mejor confort diario y así prolongar su vida.
Problemas de salud más probables
Estadísticamente, cuanto más envejecemos, más pequeños problemas de salud tenemos, o lamentablemente problemas más graves, patologías reales (insuficiencia renal, hipertiroidismo, hipotiroidismo, diabetes, etc.). Lo mismo ocurre con nuestros animales. Las enfermedades son muy similares y hay que tener en cuenta esta realidad antes de adoptar una mascota mayor. Esta probabilidad es mayor con un senior que con un junior.
Hágase las preguntas correctas: ¿está listo para apoyar a su mascota, tal vez de inmediato en el cuidado diario? ¿Aceptaste vivir menos años con él, afrontar el dolor antes que si hubieras elegido acoger a un joven?
El presupuesto del estado
Debido a revisiones más periódicas en el veterinario o a asumir la responsabilidad de controlar una enfermedad crónica con tratamientos complementarios, la elaboración de un presupuesto es un punto crucial. Un animal mayor cuesta más.
A esto hay que sumarle la comida, que debe ser de calidad y adecuada a sus necesidades. O una dieta denominada “senior” o una dieta terapéutica, según la patología o los puntos débiles. Esta dieta también tiene un coste, esto no hay que subestimarlo, hay que anticiparlo bien.
Cualquiera puede darle una oportunidad a una persona mayor, además es muy generoso, muy loable. Los jóvenes se ven tan afectados como los demás por las personas mayores y están ansiosos por ofrecer lo que comúnmente se llama una “canasta de pensiones”.
Sin embargo, es cierto que cuando personas de cierta edad desean adoptar un animal, a priori el último de su vida, conviene no recomendar a una persona joven que pueda sobrevivir. Se trata de casos concretos en los que se secuestran animales. Terminan en refugios para los más afortunados y nuevamente están en adopción, esta vez adultos o ancianos.
¿Cuándo se debe considerar mayor al animal?
La noción de “mayor” es diferente en un perro, un gato u otra especie. Luego, entre los perros, no es lo mismo que sea de raza gigante, mediana o pequeña. De hecho, un Yorkshire tiene una esperanza de vida mayor que un Dogo de Burdeos y será considerado mayor más tarde que el perro grande.
Cambios a realizar
Su mascota envejecida enfrenta desafíos muy similares a los de los humanos envejecidos. La osteoartritis forma parte del día a día de nuestros mayores. Debes considerar ayudar a tu mascota y esto implica varias cosas:
- implementar algunos ciclos de complementos alimenticios para las articulaciones,
- contactar a un veterinario osteópata para aliviar el dolor crónico,
- coloque un taburete pequeño cerca de la cama o el sofá para ayudarlo a subir,
- cambiar la caja de arena a una entrada más baja, etc.
- También será necesario asegurarse de que las salidas sean adecuadas en cuanto a frecuencia, ubicación y duración para los perros.
No dudes en pedir consejo a tu veterinario, él será el que mejor te oriente.
En definitiva, acoger a un animal anciano implica algunas obligaciones, ¡pero a cambio muchas satisfacciones! Ya es un acto generoso dar una oportunidad a estos animales rechazados y abandonados. Nuestros mayores tuvieron una vida y perdieron su primera familia humana. A veces es un abandono, a veces sigue a una tragedia. Nuestros amigos de cuatro patas están muy agradecidos de haber encontrado un hogar amoroso, todo lo demás vale la pena. ¡No lo dudes más y dale una oportunidad a un gato, perro o conejo de abuelo o abuela!