1. Un peso normal y estable
Un peso óptimo y estable indica buen estado general. Si su mascota está ganando o perdiendo peso, debe ser monitoreado cuidadosamente.
De hecho, el sobrepeso puede degenerar en obesidad y provocar alteraciones articulares, óseas o incluso diabetes. En cuanto a la pérdida de peso, ésta puede tener diversos orígenes: ración insuficiente, aumento del gasto energético, presencia de parásitos, aparición de una patología, etc.
Para garantizar la salud y el bienestar de tu amigo peludo, te recordamos el importante papel de la nutrición. Estos últimos deben ser equilibrados, de gran calidad, así como adaptados a tu talla, edad, estado fisiológico y nivel de actividad física. ¡Controla tu peso periódicamente y no descuides la actividad física diaria (paseos, juegos, sesiones deportivas, etc.)!
2. Taburetes compactos y regulares
Un gato o un perro sano produce heces regulares, firmes y bien formadas de color marrón. Esto demuestra una digestión funcional y una alimentación saludable.
Por el contrario, ¿notas que son blandas o líquidas, grisáceas o negras, o incluso teñidas de sangre? Lo mejor es consultar a su veterinario para identificar con precisión el origen del problema y aportar una solución adecuada al animal. Lo mismo en caso de estreñimiento.
A modo de guía, podría tratarse de un cambio repentino en la dieta que perturbe el sistema digestivo de su pequeño, lombrices, enfermedades o incluso estrés.
3. Micción clara
Centremos ahora nuestra lupa en la orina de Todos o de Gatito. Deben ser regulares, de color amarillo claro y no desprender ningún mal olor: esto significa que tu tracto urinario está funcionando correctamente.
Si tu fiel compañero tiene dificultades para orinar, va al baño con demasiada o poca frecuencia, derrama sólo unas gotas, gime o incluso orina sangre, no esperes más para informar a tu veterinario. Los problemas urinarios en gatos o perros pueden ser graves.
4. Un rostro bien cuidado
Como adoptante responsable, es importante velar por la higiene bucal de tu pareja canina o felina. Puedes cepillarte los dientes periódicamente para eliminar la placa dental que allí se acumula. Para ello, utilice un cepillo de dientes y una pasta de dientes diseñados específicamente para perros o gatos. También hay golosinas para tus dientes.
Un animal sano tiene encías rosadas y dientes con esmalte blanco. El mal aliento, la inflamación, el sangrado, los dientes flojos y la dificultad para comer deberían alertarlo.
5. Un hocico sano
¿Sabías? La nariz de tu bola de pelos varía a lo largo del día. Por lo que puede ser frío, cálido, húmedo o incluso seco.
Sin embargo, si el hocico seco se acompaña de lesiones, grietas, secreción nasal, decoloración o incluso fiebre, consulte rápidamente a un profesional de la salud animal. Estará en la mejor posición para establecer el diagnóstico y prescribir el tratamiento adecuado en caso de algún trastorno.
6. Limpia tus ojos y oídos
Los mirones de tu perro o gato reflejan tanto sus emociones como su bienestar. Cuando el animal está sano, su ojo tiene un aspecto vivaz. A veces es normal ver rastros de lágrimas bajo tus hermosos ojos.
Sin embargo, secreción blanquecina, amarillenta y verdosa; así como enrojecimiento, hinchazón de los párpados y secreción purulenta suelen ser signo de un problema ocular que requiere una visita al veterinario.
En cuanto a los oídos, tenga cuidado también con la irritación, el picor, el enrojecimiento y las secreciones anormales que pueden indicar una patología, una herida o incluso la presencia de parásitos. Una oreja sana tiene un color rosa claro.
Por último, te recomendamos que limpies de vez en cuando sus ojos y oídos con suero fisiológico o un producto veterinario adecuado.
7. Piel hermosa
Ahora veamos la piel de tu cuadrúpedo. La presencia de parásitos, caspa, enrojecimiento, granos, placas, costras o cualquier otro fenómeno anormal debe alertarte.
Y, no menos importante, es un buen indicador del nivel de hidratación de tu mascota. Pellizque ligeramente la piel de la parte posterior del cuello entre el dedo índice y el pulgar. ¿Se siente elástico y vuelve a su forma inicial apenas lo sueltas? ¡No hay necesidad de preocuparse!
8. Un pelaje suave y sedoso
¿Otra señal de buena salud? ¡Un pelaje brillante, suave y sedoso! Si se siente opaco, quebradizo y seco, le recomendamos hablar con su veterinario. Podría tratarse, por ejemplo, de escasez. Del mismo modo, no se tome a la ligera la pérdida de cabello anormalmente intensa fuera de los períodos de muda y las áreas depiladas.
Además de brindarle alimento de calidad a tu gato o perro, ¡dale tratamientos con pesticidas, cepíllalo e inspecciona su pelaje con frecuencia!
9. Buen sueño
Al igual que nosotros, los perros y gatos necesitan descansar para recuperar energías. A modo de información, ¡tu compañero de patas de terciopelo puede permanecer en los brazos de Morfeo una media de 16 horas al día!
El sueño, importante para la recuperación, se divide en varias fases. Si su compañero grande cambia de ritmo (de repente duerme más o mucho menos que antes, está agitado, sucumbe al nerviosismo, parece apático, etc.), consulte a su veterinario para comprender el motivo.
10. Comportamiento habitual
Como dueño responsable, usted conoce a su mascota por dentro y por fuera. No es de extrañar que cualquier cambio de conducta deba alertarte, porque podría expresar un malestar, trastorno, lesión o enfermedad. Habla con tu veterinario o incluso con un conductista canino o felino.
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Por último, si deseas proteger la salud de tu gato o perro y recibir el reembolso de parte de los gastos veterinarios, tienes la posibilidad de contratar un seguro de salud animal con SantéVet.